La industria de los esports está en su mejor momento histórico. Estamos hablando de un sector que protagonizó un boom absoluto en los últimos años y que supo acompañarlo con profesionalización y crecimiento a nivel management. Así y todo, los deportes electrónicos siguen dependiendo muchísimo de financiamientos externos o patrocinios y es ahí donde la tecnología blockchain aparece como una herramienta clave para ayudar a este despegue definitivo.
Los esports llevan varios años en boca de todos, impulsados mucho más con la pandemia de Covid-19. Ese momento sirvió para terminar de universalizar una actividad que ya contaba con números impresionantes a nivel audiencia e ingresos, pero que no había logrado llegar a más públicos y -más importante aún- a las cabezas de los ejecutivos de muchas empresas. Aún así, los clubes y torneos de esports ya cerraban patrocinios millonarios y cada vez más marcas no endémicas se sumaban a la actividad.
Estamos hablando de una industria que en 2021 tuvo una audiencia de 474 millones de personas y se espera que ese número crezca en 2024 a más de 577 millones de personas, según la consultora Newzoo. Además, la facturación de los esports superó largamente los 1.000 millones de dólares en 2021 y se proyecta a más de 1.600 millones de dólares para 2024. Esto ha llamado la atención de todas las marcas endémicas (obviamente) y de cada vez más marcas no endémicas. Para ejemplificar, hoy son parte de los esports compañías como Red Bull, Coca-Cola, Samsung, McDonald’s, Burger King, Mastercard, Visa, Audi, BMW, Louis Vuitton y Gucci, entre tantas otras.
Dentro de ese mar de millones y de números que no dejan de sorprender a propios y extraños, hay otras estadísticas que encienden una luz de alarma en el sector de los deportes electrónicos. Actualmente, los patrocinios representan casi el 70% de los ingresos de los clubes de esports. Esto podría leerse como un éxito a nivel comercial, pero también trae a la luz el bajo volumen de ingresos a nivel venta de merchandising, tickets y ganancias a partir del contenido digital. La propia Newzoo deja en menos del 10% este concepto, mientras que en el deporte tradicional alcanza un 30%.
"La tecnología blockchain aporta a sí misma y a otros sectores un sentido de transparencia único y eso, claramente, puede brindarle a los esports una sensación de confianza que le dé aún mayor robustez a la industria."
La aparición de la tecnología blockchain protagonizó un boom similar al que vivieron los esports. Con el Bitcoin a la cabeza, un gran número de criptomonedas fueron emergiendo y nutriendo un mercado cada vez mayor y -sobre todo- con una adopción cada vez más grande. Esa tecnología puede ayudar (y de numerosas maneras) a la industria de los esports.
Hasta ahora, la incursión del blockchain en los deportes electrónicos se viene dando de muchas maneras a través de criptomonedas, NFT y hasta Metaverso. Pero pareciera que esta relación también está sufriendo del “mal del patrocinio”. Es que el mayor volumen de revenue que el sector de los esports recibe de la industria blockchain está viniendo del sponsorship y, en su mayoría, de exchangers de criptomonedas. El caso más resonante es el de FTX, que acordó un partnership sponsorship con el club TeamSolo Mid para que se llame TSM FTX a cambio de 210 millones de dólares por 10 años. Uno de los clubes más importantes del mundo, Fnatic, sumó a Crypto.com como main sponsor por 15 millones de dólares en 5 años. Coinbase, por su parte, es hoy patrocinador de clubes como BIG o Evil Geniuses y organizadoras de torneos como ESL o BLAST.
Yendo al núcleo de este artículo, las posibilidades que se desprenden de la sinergia entre blockchain y esports son muchísimas. Algunas podrían ser:
La tecnología blockchain aporta a sí misma y a otros sectores un sentido de transparencia único y eso, claramente, puede brindarle a los esports una sensación de confianza que le dé aún mayor robustez a la industria. Esto es también aplicable a la organización de torneos, los cuales pueden aprovechar esta tecnología para mejorar la trazabilidad de sus datos y hacerlos más transparentes para todos. Lo mismo ocurre con los contratos que vinculan a empresas del sector entre sí o con individuos, al hacerlo con smart contracts se podrían facilitar y dinamizar muchísimo esos vínculos.
La incorporación de las criptomonedas como medio de pago no es novedad. Ya son varios los deportistas de élite a nivel global que cobran su salario en criptomonedas y otros tantos torneos ya pagan sus premios con ellas. En el mundo de los esports, esto puede resultar aún más sencillo ya que tanto la audiencia como los protagonistas tienen intereses compartidos e incluso ya son usuarios de criptomonedas. Esto facilitaría muchísimo procesos que hoy sufren retrasos y tramitaciones a veces complicadas por factores geográficos. Lo mismo se puede aplicar a la estrategia de ecommerce de cada compañía, agilizando mucho los flujos de pago.
Otro aspecto de la blockchain que va teniendo cada vez más relación con los esports son los tokens no fungibles, o NFT. Estos no son solo una gran nueva manera de monetizar para los clubes, sino que mejoran y mucho los procesos de fidelización de seguidores. Podemos pensar en NFT como coleccionables, tal cual han hecho algunos clubes o incluso organizadoras de torneos, pero también podemos pensar en NFT como la llave para que los fans puedan acceder a membresías, beneficios y experiencias exclusivas. La tokenización de los esports abarca justamente a los NFT, pero también a los tokens propios. Varios clubes ya los tienen y permiten gamificar experiencias, brindar un beneficio económico a los fans e incluso recibir inversiones y financiarse, como hizo el club español Team Queso.
Y ni hablar del Metaverso… O sí, pero lo dejamos para un próximo artículo.
Las posibilidades de ayuda que la tecnología blockchain le ofrece a los esports son muchas, no dejan de ramificarse y en FITCHIN buscamos abarcarlas todas para facilitar la incorporación de fans y clubes a esa economía. Con rasgos parecidos y con cada vez más usuarios compartidos es algo más que natural que ambas industrias se vinculen y exploren maneras de ayudarse mutuamente para brindar la mejor experiencia posible a sus audiencias.